Para la correcta instalación y obtener un resultado óptimo de un revestimiento o pavimento ligero, la superficie o base donde se implante debe cumplir unos requisitos mínimos.
Es necesario que la superficie sobre la que instalar sea compacta y este bien lisa, para que las imperfecciones de la misma no aparezcan tras la instalación. Para poder revestir un soporte, este debe ser liso superficialmente, en mayor o menor medida dependiendo el propio material de revestimiento.
La instalación del pavimento o revestimiento de pared o suelo, se deberá realizar una vez la base esté completamente seca o con un nivel de humedad inferior al 3%. Este nivel de humedad es normalmente aconsejado por el fabricante para evitar posibles defectos como bolsas, cambio de color, etc. tras su instalación.
Es necesario comprobar el correcto nivel de humedad del soporte mediante un higrómetro.
La superficie sobre la que se va a instalar un pavimento o revestimiento, deberá estar libre de impurezas, suciedades y posibles anomalías que puedan presentar.
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