Los suelos laminados flotantes son especialmente higiénicos y fáciles de mantener limpios. Para prolongar aun más su buen estado se recomiendan tener en cuenta una serie de aspectos:
Existen básicamente dos tipos de tratamiento de limpieza del suelo laminado. Una es la que se realiza para eliminar suciedad por polvo y manchas debidas al uso diario y otra, un tipo de limpieza menos frecuente, orientada a la limpieza de manchas persistentes.
Limpieza diaria de suelo laminado.- Pretende eliminar el polvo superficial, en seco, consistente en pasar la mopa o en su caso la aspiradora. En este último caso, hay que tener en cuenta que las ruedas no sean muy duras o estén sucias de partículas o piedrecitas para evitar que estas puedan rayar el suelo en la zona de giro o arrastre del aspirador, sobre todo si es un suelo de alto brillo.
Limpieza de suelo laminado en la que se requiere el uso de agua.- Cuando necesitamos limpiar con agua, se puede utilizar un trapo o fregona húmeda, siempre bien escurridos y con agua tibia.
La utilización de productos de limpieza o jabonosos suele provocar que el agua penetre con mayor facilidad por las juntas provocando su hinchamiento. Por ello se pueden usar pero en pequeñas cantidades, medio tapón de los productos habituales para fregasuelos. Cuanto más frecuente sea la limpieza con agua más atención debe prestarse a realizarla con las precauciones necesarias. Se ha de tener la precaución de utilizar siempre agua limpia, ya que si el agua que se utiliza está sucia, estos depósitos acaban acumulándose en las juntas y ennegreciéndolas.
Limpieza de juntas ennegrecidas en suelo laminado.- Con el tiempo las juntas se suelen ennegrecer y para volverlas a su estado original se recomienda limpiarlas con un trapo o cepillo pequeño humedecido con alcohol u otro disolvente. Es muy importante probar primero en una esquina o zona poco visible para comprobar que no produzca daños.
Limpieza de manchas en suelo laminado.- Sólo se aplicará el producto de limpieza en la zona afectada. Este dependerá del tipo de mancha siendo los habituales el alcohol o la acetona para manchas de grasa, tinta, ceras, etc. y agua con jabón para el resto.
Se evitará el utilizar para la limpieza de manchas, elementos que puedan rayar o deteriorar la superficie del suelo laminado, como es el caso de estropajos abrasivos, el conocido “nanas” o elementos punzantes. Lo mejor es frotar la zona con un trapo y secar.
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