La limpieza de un suelo de seguridad es más fácil y eficaz si está bien identificado el tipo de suciedad.
Mantener un suelo de seguridad bien limpio y en perfecto estado es fundamental. Para ello, identificar correctamente el tipo de suciedad es fundamental para actuar correctamente sobre ella.
Una vez identificada, podremos elegir mejor tanto el equipamiento como el detergente adecuados para librarse de ella.
Guía para identificar la suciedad en suelos de seguridad
Es normal que la suciedad acumulada en un suelo de seguridad será una mezcla de distintos elementos. El identificar el origen de estos, nos ayudará a decidir cuál es la mejor forma de enfrentarlos.
A la hora de clasificarlos podemos analizarlos desde diferentes conceptos. Uno de ellos puede ser desde el punto de vista de su composición: orgánico o inorgánico.
Dentro de la suciedad de tipo orgánico podemos a su vez establecer tres tipos:
- Suciedad provocada por material vivo.- como pueden ser las bacterias, los virus, los hongos y animales minúsculos (protozoos). Este tipo de suciedad en suelos de seguridad es la más común en cocinas y cafeterías procedentes de los ‘habitantes’ en los desechos de comida, además de en baños, vestuarios y salas de hospital como consecuencia de los existentes en partículas de piel, grasa corporal, heces, sangre y demás desechos humanos.
- Suciedad procedente de un ser vivo.- un ejemplo claro es la comida, el serrín, las virutas de goma… un buen ejemplo son fábricas.
- Suciedad creada directamente por el trabajo del hombre.- y en este aspecto se incluyen por ejemplo todo tipo de trozos de plástico, aceite mineral, pinturas y pegamentos. Son propias de actividades como labores de decoración o reparación, así como productos de cualquier tipo derivados de procesos de fabricación.
Identificar correctamente la suciedad de tipo orgánico es muy importante ya que constituye un campo de cultivo ideal para las bacterias y requerirá de desinfección o limpieza a vapor.
Desde el punto de vista de suciedad de inorgánico, se identifica como tal aquella suciedad cuyo origen procede de material que no ha formado parte de un ser vivo y, por tanto, no contiene carbono. Un ejemplo de materiales son el vidrio, la sal, el óxido, el polvo de ladrillo, etc.
Sea tanto orgánica como inorgánica, esta suciedad se comporta de una forma concreta cuando se intenta limpiar:
- La suciedad soluble.- se disuelve en el agua como lo hace el azúcar, la sal y los detergentes en polvo. Por su solubilidad se suele eliminar fácilmente. Suele estar presente en aquellas zonas en las que se vende, prepara o consume comida.
- La suciedad no soluble.- que es más probable que se encuentra. Al no disolverse en el agua, hace falta detergente para eliminarla. Un ejemplo de este tipo de suciedad es el aceite.También los hay menos agresivos como por ejemplo trozos de plástico, virutas de madera, vidrio e hilo, etc. que pueden ser eliminados simplemente con el primer paso de limpieza al barrer o pasar la aspiradora.
Otra forma de identificar el tipo de suciedad en suelos de seguridad puede ser:
- Suciedad aceitosa.- que suele fijarse en las superficies y manchar al contacto. Un claro ejemplo son los lubricantes, las grasas y aceites. Su presencia es fruto de muchas variables pero una de ellas es la que se transporta en las suelas de los zapatos a zonas comunes procedente de las que producen los vehículos (libricantes y combustibles) en el exterior.
- Suciedad en partículas.- como es el polvo y que puede encontrarse en una amplia gama de ambientes distintos (tierra, detergente en polvo, fibras rotas, etc.).
- Suciedad aceitosa y partículas juntas.- es muy probable que se encuentren estos tipos de suciedad juntas, ya que las de tipo partículas de fija con facilidad a las de cualquier tipo de aceite que entre en contacto.
- Suciedad abrasiva: es la suciedad como por ejemplo el vidrio que puede arañar fácilmente una determinada superficie.
- Suciedad difícil – pegajosa.- como por ejemplo el sirope, la cera, el pegamento, etc. que puede adherirse a una superficie determinada.
Como vemos, es muy importante identificar el tipo de suciedad que nos podemos encontrar en un suelo de seguridad para elegir el mejor modo de limpiarla. También vemos como un determinado tipo de material puede pertenecer a varias categorías… ya que una cosa es que tipo de material es y otra cómo se comporta en función de una serie de condiciones. Por ejemplo: una sal derramada en el suelo es una partícula de suciedad inorgánica y por lo tanto puede barrerse o aspirarse fácilmente. Pero caída sobre una superficie húmeda, al diluirse constituye suciedad inorgánica soluble y por lo tanto que puede lavarse.